CONTENIDO:
-RESÚMEN
-NOTAS DE CLASE
-EVIDENCIAS
RESUMEN
EQUIPO #1
EQUIPO #1
CONCEPTOS GENERALES SOBRE DIVERSIDAD
CULTURAL E
INTERCULTURALIDAD EN EL MARCO DE LA
GLOBALIZACIÓN
Es
necesario situarse en el momento histórico y político en el que estamos
inmersos, caracterizado por un proceso creciente de globalización, en el que
las tecnologías de la información y comunicación y las circunstancias
económicas intensifican los flujos de capital, de mercancías y de información.
Para
ello es necesario contar con una formación del profesorado anclada en los
siguientes principios: atención a la diversidad, escuela inclusiva y educación
intercultural.
Hay
que señalar que en dicha formación deben crearse los tiempos y espacios
necesarios para la sensibilización, la clarificación conceptual y la
reconstrucción conjunta de conocimientos y valores compartidos por los
educadores. Abordar la educación (el currículum, los proyectos de centro, las
programaciones) buscando la coherencia necesaria entre la teoría y la práctica
sería un punto de confluencia en esta propuesta. Esta conjunción entre teoría y
práctica habría de articularse en un esquema que tuviera en cuenta un permanente
diálogo entre lo global (las condiciones de la realidad sociohistórica que
acabamos de comentar) y lo local (las condiciones de nuestras aulas y de
nuestros centros). Actuar localmente (en nuestras aulas, en nuestros centros)
pensando globalmente podría ser una interesante propuesta de partida.
¿Qué
entendemos por cultura? La(s) cultura(s) en un mundo
Globalizado.
Identidades, estereotipos y racismo.
Cuando
hablamos de cultura (o mejor, de culturas)
no nos referimos solamente a las expresiones y tradiciones intelectuales y
artísticas refinadas de la alta cultura, sino que tenemos en mente un concepto
que, aunque en principio pudiera tener que ver sobre todo con lo antropológico,
se ha incorporado a nuestro discurso cotidiano.
Centrándonos
en la concepción antropológica de cultura, han existido multitud de
definiciones a lo largo del desarrollo de la disciplina antropológica desde que
Tylor propusiera la siguiente definición en 1871:
“Cultura es el todo complejo que
incluye el conocimiento, la creencia, el arte, la moral, la ley, la costumbre
y cualquier otra capacidad o hábito adquirido por el hombre en tanto que
miembro de una sociedad”. Como ejemplo de la complejidad que
conlleva la definición del término podemos acudir a la que propone Geertz en 1973,
un siglo después de la de Tylor: “la cultura es
un sistema ordenado de significado y
símbolos en cuyos términos los individuos definen su mundo, expresan sus sentimientos
y emiten sus juicios”. En cualquier caso, aun sin disponer de
una definición unánime, existe en la actualidad un cierto consenso
antropológico en torno a lo que es una cultura. Siguiendo a Adam Kuper, tal
consenso, que nos puede ayudar a entender lo que son las culturas, se basa en
tres supuestos:
- La
cultura no es un asunto de raza; se aprende, no la llevamos en nuestros genes;
en este sentido, es necesario recalcar que todos los seres humanos compartimos
la gran mayoría de nuestra información genética y que las mínimas diferencias
existentes en el ADN son diferencias individuales (que, por otra parte, pueden
ocurrir entre individuos que son percibidos como “de la misma cultura” y no
sólo entre individuos de “distintas culturas”). El concepto de raza, basado en
la transmisión de diferencias genéticas que condicionaban no sólo ciertos
aspectos físicos sino otros como el comportamiento, la lengua o la
inteligencia, es un concepto científicamente refutado.
- La cultura común humana ha avanzado y
progresado en un proceso de muy larga duración que nos ha diferenciado del
resto de homínidos; este proceso de larga duración, que ha dado como resultado
el desarrollo de sistemas sociales complejos y la propagación y desarrollo de
la población humana frente a otras poblaciones no humanas, se entiende como un
proceso que ha afectado a todos los seres humanos.
- La
cultura es esencialmente una cuestión de ideas y valores, un molde mental
colectivo –por tanto, se trata de un sistema simbólico. Y estos símbolos, ideas
y valores aparecen en un espectro de formas de una diversidad casi infinita.
Teniendo
todo esto en cuenta, podemos decir que cuando hablamos de diversidad
cultural nos referimos al conjunto de estrategias, normas
y valores que los distintos seres humanos han sido capaces de desarrollar para
vivir en grupo y para adaptarse a lo largo del tiempo a diferentes entornos y
diferentes espacios.
La
identidad personal es única y diferente a ninguna otra persona, está muy
relacionada con el auto concepto y dónde se cruzan los sentimientos que uno
tiene de sí mismo y los que tienen los otros. Sin embargo, la identidad
colectiva supone un sentimiento de pertenencia a un grupo cuando se apropia de
los saberes, destrezas y valores de dicho colectivo. La identidad colectiva
provoca un sentimiento de seguridad y protección.
La
superación de estereotipos y prejuicios es
una de las tareas de la educación intercultural y antirracista, y por ende, de
la formación de los educadores y educadoras.
Allport
(1954) define estereotipo como
una creencia exagerada con, o acerca de, las costumbres y atributos de un
determinado grupo o categoría social, en función de la cual se justifica o
racionaliza nuestra conducta en relación a dicha categoría.
Estereotipo
y prejuicio son mecanismos cognitivos basados en
ideas y opiniones ya formadas sobre el entorno de forma indirecta. El prejuicio
además incluye una valoración implicando el acto de juzgar, rechazando o
desaprobando, implica un juicio negativo preconcebido de personas y grupos
basado en estereotipos.
Los
estereotipos juegan un papel importante en relación a la discriminación y el
trato a las minorías, así como en relación al racismo y xenofobia. Los
estereotipos forman parte del mundo de las creencias y actitudes que a su vez
son parte de las motivaciones y acciones de las personas. Por tanto, los
estereotipos negativos pueden dar lugar a actitudes prejuiciosas y a
comportamientos más o menos discriminatorios, racistas o xenófobos, y de ahí a
la exclusión.
Modelos
de integración e interculturalidad.
El
término integración, muy usado en el campo de la política social y también de
la educativa, ha ido acompañado de recelos y dudas de mayor o menor calado
dependiendo de los países. En particular en la Unión Europea la palabra
integración se ha usado en positivo y como modelo de política social, y
educativa, a seguir con los inmigrantes. No han faltados críticos a este
concepto por su uso y abuso en Europa, considerando la integración como
asimilación.
Los
modelos que vamos a ver son alternativas en positivo para la gestión de la
diversidad cultural. No podemos olvidar que existen otras alternativas
negativas como “no hacer nada” y la “marginación”.
La asimilación
exige a los grupos minoritarios que dejen a un lado sus pautas y
referencias culturales para insertarse en la mayoría culturalmente dominante.
Esta alternativa presenta dos principios antagónicos: por un lado se parte del
interés por la otra persona para que tenga las mismas posibilidades que las
personas autóctonas; y por otro lado, se le exige que renuncie a su cultura
para incorporar la nuestra como algo indispensable para su integración.
Educación
intercultural. La escuela como espacio de relaciones
Interculturales.
En el
apartado anterior hemos estado viendo los modelos de integración y el concepto
de interculturalidad. Como es lógico, todo esto tiene su influencia y se repite
en los modelos educativos.
Siguiendo
a Besalú (1991) en Carlos Giménez (2000) distingue los siguientes tipos de
educación o escuela:
Educación
racista o segregadora, en la que se separa a los alumnos y alumnas
según su procedencia racial o etnocultural.
.
Educación
asimilasionista que pretende conseguir de forma más o menos
paulatina la asimilación a la cultura dominante de los inmigrantes o de las
minorías.
La
educación integracionista o compensadora plantea no sólo el
aprendizaje de la lengua y cultura receptora sino también de la lengua materna;
y la necesidad de conseguir la igualdad de oportunidades para todos los alumnos
y alumnas independientemente de su origen social o cultural.
La
educación pluralista asume el derecho a la diferencia dando
importancia a aspectos como la provisión de información de las culturas de
inmigrantes y minorías, y la visión funcional de la lengua y la cultura. Sin
embargo plantea algunos limitaciones y riesgos como las siguientes: tratar a
los grupos como realidades monolíticas, el folklorismo en el tratamiento de las
diferencias culturales, la segregación y separación por grupos.
Educación
intercultural, educación en y para la interculturalidad es
necesaria para todas las sociedades y culturas y para todas las personas, no
está centrada en los que son culturalmente diferentes.
NOTAS DE CLASE
EVIDENCIAS
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